La EPOC es una enfermedad de los bronquios está producida principalmente por la exposición a humo de tabaco y, en menor medida, por la contaminación ambiental, que ocasiona una obstrucción persistente de las vías respiratorias.
La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica se puede manifestar en forma de enfisema o de bronquitis crónica. El enfisema se produce cuando los alveolos o sacos de aire de los pulmones se ensanchan demasiado provocando la destrucción de las paredes alveolares, lo que causa una disminución de la función respiratoria. La bronquitis crónica se caracteriza por la presencia de tos persistente y un aumento de la mucosidad. A menudo ambos trastornos aparecen juntos o bien uno acaba provocando el otro, de ahí que se engloben bajo el nombre de EPOC.
La EPOC y el tabaco
La EPOC afecta a más del 10 por ciento de la población adulta española mayor de 40 años, sobre todo en fumadores o personas expuestas al humo del tabaco de forma continuada, según datos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ). La Organización Mundial de la Salud advierte que en el año 2030 será la cuarta causa de mortalidad en todo el mundo.A pesar de que 2 millones de españoles conviven con ella y es una enfermedad muy invalidante, sigue estando infradiagnosticada porque los pacientes achacan los síntomas únicamente al hecho de fumar y no creen que sea una enfermedad en sí misma.
Síntomas de la EPOC
Los principales síntomas de la EPOC son:Tos y aumento de la mucosidad. Suelen ser más intensos por la mañana, al levantarse. Tendencia a sufrir infecciones respiratorias. Con el paso de los años cada vez son más frecuentes.
El esputo que se expulsa en los resfriados o catarros suele ser amarillo o verde ya que contiene pus. Señal de infección.
Sibilancias o pitos al respirar.
Disnea o sensación de ahogo cuando se realiza un esfuerzo físico. En etapas avanzadas de la enfermedad, se presenta ante actividades cotidianas como vestirse.
Uno de cada tres pacientes experimenta una pérdida de peso notable.
Hinchazón en las piernas en aquellos pacientes que además de EPOC también padecen insuficiencia cardiaca.
Consejos y recomendaciones para pacientes con EPOC
La primera recomendación es abandonar el tabaco. No importa en qué fase de la enfermedad te encuentres, dejar de fumar te traerá muchos beneficios.- Practicar deporte también es de gran ayuda para los afectados. Según la Separ, el ejercicio físico retrasa la progresión de la enfermedad y mejora la calidad de vida de los afectados. Si sufres EPOC, tu médico de cabecera o el neumólogo te indicarán qué tipo de ejercicios son los más adecuados y con qué frecuencia e intensidad debes practicarlos.
- La fisioterapia respiratoria permite expulsar más fácilmente las secreciones; previene y minimiza las infecciones respiratorias; mejora la oxigenación y la ventilación pulmonar, etc. En resumen, ayuda a reducir la sintomatología y a mejorar la calidad de vida de los pacientes.
- Alimentación: Aumenta la ingesta de frutas, vegetales, fibra, cereales, lácteos y proteínas. Reduce o elimina la ingesta de sal, de bebidas con cafeína y alimentos que provoquen gases o pesadez en el estómago.
- La vacunación contra la gripe y el neumococo está especialmente recomendada en los pacientes con EPOC.
La espirometría y otras pruebas médicas
La espirometría es una sencilla prueba diagnóstica que mide el flujo de aire. Sentado en una silla debe respirar dentro de una boquilla que va conectada a una máquina que registra la cantidad de aire movilizado cuando inspira y expira. Pueden pedirle que respire de forma normal o bien que tras una inspiración profunda exhale todo el aire hasta que ya no pueda más. Puede ser solicitada por un neumólogo o por un médico especialistaCualquier persona que sea fumadora, independientemente de su edad y de la cantidad de cigarrillos que fume, debería someterse a un chequeo para fumadores que se utiliza para evaluar el estado de los pulmones y prevenir el desarrollo de enfermedades. Del mismo modo, las personas que practican deporte y además son fumadoras, deben comunicar este hábito siempre que se realicen un chequeo médico deportivo (conocido como chequeo de deportistas) para ajustar los parámetros de las pruebas médicas a las que se sometan y para poder preparar un buen plan de entrenamiento adaptado a las capacidades de cada individuo.